Esto lleva a una interesante situación, en la que de permitirle participar a este este candidato y en el caso de que gane, el señor Julio Guzmán tendría poca o ninguna autoridad moral para pedirnos al resto de peruanos que cumplamos con los trámites que la sociedad nos dicta que hagamos para poder hacer cosas.

El tema era la decisión del JNE de permitir que Julio Guzmán siga en carrera, a pesar de que no había cumplido con todos los requisitos burocráticos.

Después de que el JNE definiera que todo lo que hace falta para postular son ganas y que todos los demás detalles (inscripción, asambleas, actas, etc) son mal que bien opcionales o después lo arreglas o mejor no, aunque a lo mejor sí, ha quedado abierta la puerta para meterte a la campaña porque te pareció.

Pero gracias al JNE, una broma como ésa ya no tiene por qué seguir siendo fantasía. Ahora cualquiera con buenas intenciones puede lanzarse, así que ha llegado el momento de hacerlo.