(Economía de los Mil Demonios, 07/05/2010)
A lo mejor es floro mío, pero en muchas ocasiones me ha pasado que una película me parece decente o buena con las justas, hasta que llega al final y pasa algo que la levanta completamente, conviertiéndola en una excelente película. No estoy hablando de un final tipo The sixth sense o Fight club. ¿No me explico? Aquí les pongo un ejemplo: Joan of Arc, la versión de Luc Besson.
Si no la han visto, se las recomiendo. Y también les recomiendo dejar de leer de inmediato, porque les arruinaría la película.
Entonces, te la pasas por casi dos horas viendo a Milla Jovovich ascender a heroina de Francia, para después ver su caída en desgracia. Hasta ahí todo normal, histórico, cumple. …