El sucesor de Chávez -por ahora Nicolás Maduro- tendrá serios retos que afrontar para reducir los desequilibrios de esa economía. Si bien los simpatizantes del modelo chavista querrán mitificar a su fallecido líder como el abanderado de los pobres, lo cierto es que no fue tan efectivo en este campo. Datos del Banco Mundial  –más confiables que las cifras oficiales del gobierno venezolano profusamente citadas en la prensa internacional la semana pasada– muestran que entre el 2007 y el 2011 en Venezuela el porcentaje de la población que vive bajo la línea de pobreza se redujo sólo en 1.7 puntos porcentuales, mientras que en el mismo periodo en el Perú, Colombia y Chile ésta disminuyó en 14.6, 10.9 y 6.5, respectivamente. A pesar de ingresos petroleros sin precedentes, dejó un déficit fiscal del 16% del PBI (en Chile y Colombia éste no supera el 3% y en el caso del Perú habemus superavit). Por lo pronto, hay pocos riesgos de que en el Perú los ‘“copiones’” del modelo chavista tengan acogida. Según data del Latinobarómetro del 2011, en el Perú se califica a Hugo Chávez con 3.5 sobre 10, en una escala en que 0 es muy malo. El promedio latinoamericano es de 4.4.