(Economía de los Mil Demonios, 07/02/2012)
Como decía en mi post pasado sobre el tema, hay propuestas que dan vueltas a los ministerios y al Congreso y al presidente de turno constantemente, como moscas sobre un cadáver, esperando el momento en el que se den las circunstancias para aplicarse. Ése es el caso del límite a la propiedad de tierras agrarias, el cual ahora resulta que es una idea con la cual simpatiza el presidente. O sea, básicamente ya fuimos. De poco importará la opinión de los técnicos, de los empresarios involucrados y de los demás políticos. Como con otros tantos casos, ya nada importa. El hecho de que el ministerio de agricultura apoye también esta medida proteccionista y que un par de congresistas trompeta de cristal le generen bulla hará definitivamente que esto salga, a pesar de que es perjudicial para el mismo agro. Tomen nota, por ejemplo, cómo el amigo Javier Diez Canseco arranca a pedir que se debata este asunto. Calentando motores para lo que es una clásica arremetida suya que no incorpora consideraciones de especialistas (a pesar de que aún no lleva a conclusión el debate anterior que inició… Así cualquiera). …