El Heraldo responde (14)

(Economía de los Mil Demonios, 13/05/2010)

Los que me conocen saben que tengo un interés científico antropológico por el fenómeno de los zombies.  De hecho, cuando me senté a escribir una novela de fantasía, era obvio y no hacía falta que lo anuncie, tenía que tener muertos vivientes en alguna parte.  Los que tienen un ejemplar de El Heraldo en el Muelle y se tomaron la molestia de leerlo -hasta el final, quiero decir- se habrán topado con lo inevitable… una ciudad infestada de zombies, en la que los sobrevivientes se han tenido que adaptar y preparar refugios a los que los cadáveres reanimados no puedan llegar.  La ciudad de Miserabel, habitada por los que solían ser obreros y no tuvieron la suerte de contar con los medios para huir cuando arrancó la epidemia, es el escenario final de la novela.  …

(Resto)